¿Son sólo bromas?
Es muy común que los acosadores escolares hablen de sus agresiones diciendo cosas como “son sólo bromas”, “son cosas nuestras”, “siempre nos tratamos así entre compañeros”, “no es para tanto”…
Los acosadores utilizan estas excusas para justificar sus acciones cuando son sorprendidos por los adultos y para conseguir el apoyo de los compañeros y testigos. Intentan quitarle importancia para no ser castigados por ello y para que los demás alumnos guarden silencio o les ayuden.
Los acosadores carecen de una cualidad llamada “empatía”, que es la capacidad de ponerse en el lugar del otro y comprender sus sentimientos. Estos niños o adolescentes no son capaces de comprender que, lo que para ellos es una broma, está causando verdadero sufrimiento a su víctima.
El problema está en que, en los inicios del bullying, los propios alumnos acosados pueden llegar a pensar que quizá están exagerando, que es cierto que son sólo bromas entre compañeros y que la culpa es suya por tomárselo “demasiado a la tremenda”. Por ello, deciden callar, con la esperanza de que el acosador se canse de ellos y acabe dejándoles en paz.
Esto es un grave error, ya que el acoso no desaparece por sí solo, sino que va a más. Dejar correr la situación no arreglará nada, sino que los ataques irán haciéndose cada vez más frecuentes y agresivos.
Además, aunque para el acosador sólo sean bromas, todos tenemos derecho a que se respeten nuestros derechos y sentimientos. Las bromas y juegos pueden darse entre amigos y compañeros que se encuentren en situación de igualdad, cuando ambas partes se divierten y están dispuestas a pedirse perdón si alguno de ellos se pasa. Si las burlas, empujones, motes… siempre tienen la misma víctima, que no puede hacer nada para defenderse, y siempre se ríen los demás, la situación deja de ser una broma para convertirse en una agresión.
Los acosadores no gastan sus “bromas” para que todo el mundo se divierta y hacer amigos. Lo hacen para causar daño, para demostrar que son más fuertes y que pueden humillar al otro. Esto es una situación de maltrato.
Es muy importante que, si estás sufriendo esta clase de ataques, los analices y te des cuenta de si hay intención de hacer daño, si siempre van contra ti, si esas “bromas” te hieren… Si es así, deja de culparte por exagerar y admite que estás siendo víctima de un acoso que no cesará por sí solo. Este es el primer paso para poder encontrar una solución a esta situación.