¿Por qué nuestros hijos no ha confiado en nosotros?
En muchos casos de acoso escolar, la víctima tarda mucho tiempo en abrirse y contar lo que le está pasando a sus padres. Hay ocasiones en las que ni siquiera lo cuenta, sino que los padres acaban enterándose a través de indicios (marcas de golpes, trastornos psicosomáticos, cambios en el comportamiento…) o porque algún profesor o compañero acaba contándoselo.
En estas situaciones es normal que nos sintamos heridos por lo que puede parecer una falta de confianza del niño o que nos culpemos por no haber conseguido que el niño sea más abierto con nosotros.
Debemos comprender que los niños que son víctimas de acoso escolar suelen sentirse avergonzados por lo que les está ocurriendo, que en muchas ocasiones se sienten culpables de la situación o piensan que merecen los malos tratos que están recibiendo. Otras veces tienen miedo de las represalias que podrían llevar a cabo sus agresores en caso de que hablasen.
Para que un niño o adolescente se sienta lo bastante seguro para hablar sobre los malos tratos que está sufriendo en el centro escolar, hay que generar desde sus primeros años de vida un clima de confianza. Para ello, es conveniente seguir los siguientes consejos:
- Encuentra un hueco en tu día a día para dedicarlo a hablar con tus hijos. Intenta que te cuenten cómo les ha ido el día, qué tal llevan los estudios, qué amigos tienen, qué actividades les gustan…
- Hay que buscar esa comunicación desde los primeros años del niño. El simple hecho de saberse escuchado y acompañado hará que el niño gane en confianza y seguridad en sí mismo.
- Aunque te parezca que sólo habláis de temas sin importancia, el simple hecho de hablar de cualquier cosa favorecerá la comunicación cuando el niño necesite contar algo que le afecte realmente.
- Dedicar tiempo a tu hijo hará que se siente importante y valorado. Además, el niño comprenderá que para ti es alguien muy importante y que vas a estar a su lado para apoyarle.
- Refuerza su autoestima valorando sus cualidades positivas y ayudándole a que las ponga en práctica.
- Explícale que, en caso de peligro, debe buscar protección en otros compañeros o adultos y que estar solo le hace más vulnerable a las agresiones. El niño debe entender que es muy importante ser capaz de pedir ayuda cuando lo necesitas y que siempre habrá alguien dispuesto a escucharle y apoyarle.