El Bullying

Existen muchos programas para ayudar a la resolución de casos de acoso escolar. Vamos a explicar uno de ellos, elaborado por la experta en acoso moral Marina Parés Soliva, que se basa en los siguientes puntos:

• Este programa se basa en el respeto al derecho del menor a tomar sus propias decisiones para resolver el problema, siempre desde el punto de partida de que no se van a tolerar más agresiones.
• Debemos cuidar la comunicación que mantenemos con la víctima, ya que se siente dolida y sola y desconfía de los demás. El niño debe entender que no lo culpamos a él sino a los agresores y que comprendemos como se siente.
• El tutor debe enseñar a los alumnos a aceptar un papel más activo y a perder el miedo a denunciar el acoso. Para ello, se puede instalar en el aula un buzón de denuncias.
• Hay que pactar con la víctima medidas de protección, que no deberían durar más de tres meses. También debemos ayudarle a aceptar su situación y a mejorar su autoestima.
• Respecto al agresor y su grupo, las actuaciones deben ir dirigidas a transmitirles que no se tolerará la violencia en el centro. Debemos explicarles claramente las medidas correctoras que se tomarán si sus actuaciones agresivas continúan. También debemos enseñarles a responsabilizarse de sus actos con actuaciones que vayan desde pedir perdón a la víctima hasta acciones de compensación. Por último, es recomendable romper el grupo de agresores, para lo que se puede dividir a los miembros en grupos diferentes.
• Respecto al resto de la clase, es conveniente considerarles como victimas secundarias, ya que la visión de los actos violentos habrá despertado en ellos reacciones de miedo y culpabilidad. Por ello, hay que enseñarles a combatir el bullying, ya sea mediante un buzón de denuncias o la creación de grupos anti-bully. También debemos incidir en la transmisión de valores de convivencia, responsabilidad y solidaridad.
• La dirección del centro deberá informar al resto del profesorado con el objetivo de que aumenten la protección sobre la víctima y la vigilancia sobre los acosadores.
• El profesor, ayudado por el psicólogo escolar o por el director del centro, debe mantener entrevistas individualizadas con los padres de la víctima y de los acosadores. En las entrevistas con los padres de la víctima, debemos ayudarles a contener su angustia, explicarles que no deben culpabilizarse ni culpar a su hijo y mostrar en todo momento nuestra disposición a colaborar en todo lo que necesiten. Con los padres de los agresores, debemos ayudarles a reconocer el problema, insistirles en que no deben consentir que su hijo cometa más agresiones y sugerirles que busquen ayuda terapéutica fuera de la escuela.