Bullying (acoso escolar)en enseñanza primaria
La mayor parte de los estudios sobre acoso escolar se han centrado en los niños entre 8 y 12 años. Sin embargo, se han observado conducta de agresión e intimidación entre compañeros en niños mucho más pequeños (desde los 3 y 4 años).
Para muchos niños, la educación preescolar y primaria es su primera oportunidad de relacionarse con sus iguales y, dependiendo de estas primeras interacciones, desarrollarán aspectos muy importantes de su personalidad y su socialización. Es por ello muy importante que esas relaciones sean sanas y no estén marcadas por la agresividad, ya sea como víctimas o como acosadores.
Los datos indican que, precisamente en la educación primaria es cuando las conductas de bullying son más comunes. Los datos estadísticos hablan de un 43% de niños acosados en 2º y 3º de primaria, porcentaje que va descendiendo hasta el 6% registrado en 2º de Bachiller. Además, en estas edades son muy frecuentes las agresiones físicas. Según el Informe Cisneros X, las conductas de bullying más frecuentes en la enseñanza primaria son las siguientes:
- Me llaman por motes
- Se ríen de mí cuando me equivoco
- No me hablan
- Me insultan
- Van contando por ahí mentiras acerca de mí
- Se meten conmigo por mi forma de ser
- Se burlan de mi apariencia física
- Me acusan de cosas que no he dicho o hecho
- Me critican por todo lo que hago
- No me dejan hablar
- Hacen gestos de burla o desprecio hacia mí
- Me esconden las cosas
- Cambian el significado de lo que digo
- Me odian sin razón
- No me dejan jugar con ellos
- Me ponen en ridículo ante los demás
- Me pegan collejas, puñetazos, patadas….
- Me tienen manía
- Se meten conmigo por ser diferente
En edades tan tempranas, los niños acosados no son capaces de comprender estos actos como un desequilibrio de poder ni como conductas reiteradas encaminadas a dañarles, aunque si los perciben como dañinos y agresivos.
Los niños acosadores tienden a mantener sus conductas agresivas, entendiéndolas como normales y provechosas, a no ser que se corrija su comportamiento. Por suerte, las victimas no suelen ser victimizadas de forma estable y ser víctima de acoso escolar en los primeros años de educación no implica necesariamente que ese niño vaya a ser intimidado en los cursos posteriores.
Aunque por parte de los adultos intentamos justificar esas agresiones diciendo que son sólo peleas normales entre niños y que no tienen malicia, debemos señalar que en muchas ocasiones se observa a niños de 3, 4 y 5 años molestando deliberadamente a otro compañero. No se trata de accidentes ni de conflictos que se les pasarán. Se trata de niños que han aprendido unas estrategias de comportamiento social erróneas que no cambiarán si no son corregidas.
Es cierto que en los primeros años de escolarización es habitual que los niños se peleen y peguen y que esto forma parte de su crecimiento normal. Sin embargo, si el niño realiza esas agresiones de forma persistente y deliberada, con la intención de herir y molestar al otro niño, y no cambia su forma de actuar aunque se le explique que no está bien, estaremos ante un caso de bullying.