Consecuencias del bullying en el entorno
El bullying o acoso escolar no solamente produce efectos negativos en las víctimas y en los agresores. Dado que vivimos en sociedad y que nuestras acciones influyen en los demás, el acoso escolar acaba provocando consecuencias en todo el entorno.
Las personas que, sin intervenir de forma directa, pueden quedar más afectadas por el bullying son los testigos, es decir, aquellas personas que conviven diariamente con la violencia y la observan sin hacer ni decir nada. Algunos de los efectos negativos que pueden afectar a los testigos son los siguientes:
- Miedo: Los testigos se acostumbran a vivir diariamente con el miedo. No se atreven a condenar el bullying, denunciarlo ni intervenir por temor a las represalias. Esto acaba provocando que vivan con el miedo continuo a ser las próximas víctimas.
- Reducción de la empatía: Los testigos acaban convenciéndose de que la victima merece lo que le pasa y dejan de sentir el sufrimiento de aquellos que padecen las agresiones. Es la única forma que tienen los testigos de justificar su pasividad.
- Normalización de las conductas violentas: La visión continua de actos agresivos hace que estos lleguen a convertirse en algo habitual, que deja de despertar sentimientos de rechazo. Además, dado que los niños y adolescentes aprenden muchas de sus conductas por imitación, pueden acabar adoptando la violencia como una forma válida de resolver sus conflictos.
- Aumento de la apatía, la insolidaridad y la falta de sensibilidad: Estas consecuencias, unidas a las anteriores, favorecen que los testigos puedan acabar siendo acosadores o formando parte de un grupo de ellos.
El bullying no afecta sólo a nivel individual, sino que toda la comunidad escolar en la que esté sucediendo queda afectada. Algunas de las consecuencias negativas son las siguientes:
- Los espectadores del acoso escolar acaban valorando los comportamientos agresivos y violentos como una forma de éxito social y sufriendo un proceso de desensibilización ante el sufrimiento ajeno. Esto provoca que este tipo de comportamientos se extienda.
- Todos los alumnos e incluso el profesorado acaban sintiéndose indefensos ante la violencia que les rodea. Creen que no pueden hacer nada para solucionarlo, con las consiguientes reacciones de miedo, descenso de autoestima, culpabilidad…
La sociedad en general también queda afectada por el bullying ya que reduce la calidad de vida de muchas personas, dificulta el aprendizaje de los alumnos, empeora el clima laboral del profesorado, aumenta las tensiones en el centro… Si sumamos a esto los casos de fracaso escolar y abandono de los estudios, tanto de victimas como de acosadores, y los problemas psicológicos, familiares y sociales que ocasiona, entenderemos que el acoso escolar no es una “pelea entre chicos” sino que es un grave problema que afecta a la sociedad en su conjunto.