Decálogo antiviolencia
By admin on Friday, November 25th, 2011 | No Comments
Para prevenir el acoso escolar debemos actuar desde la educación de los menores, en un proceso en el que se implique la familia, la escuela y la administración. Los siguientes puntos forman un “decálogo educativo antiviolencia”, que reúne algunas posibles medidas contra el bullying y la violencia en las escuelas en general:
- Debemos adaptar la educación a los cambios sociales y establecer nuevos esquemas de colaboración entre las escuelas, las familias y la administración.
- Debemos mejorar los vínculos entre los alumnos y los profesores: El papel del profesorado se ha devaluado tremendamente en los últimos años, hasta convertirse en un personaje sin ninguna autoridad. Entre todos (autoridades, dirección del centro, profesorado y padres) debemos devolverles su papel como modelo de referencia.
- Debemos desarrollar opciones a la violencia: Hay que enseñar a los alumnos que la violencia no es la respuesta a los conflictos. Una educación basada en la cooperación y que enseñe técnicas de resolución de problemas o habilidades sociales les abrirá diferentes modos, más adaptativos, de enfrentarse a sus conflictos.
- Debemos ayudar a los alumnos a romper con la tendencia a reproducir la violencia: Los alumnos tienden a imitar los comportamientos que ven, por lo que también imitarán la violencia. Hay que enseñarles que la violencia tiene consecuencias negativas y que hay respuestas más reforzantes.
- Debemos condenar enérgicamente cualquier forma de violencia y enseñar a nuestros hijos o alumnos a hacer lo mismo.
- Debemos desarrollar la empatía de los niños y enseñarles a respetar los Derechos Humanos.
- Debemos prevenir cualquier tipo de discriminación (sexismo, xenofobia, homofobia…) y proteger a aquellos menores más vulnerables, ya sea por pertenecer a alguna minoría étnica, por no ajustarse a los patrones sexuales establecidos, por presentar alguna característica que le hace diferentes del grupo…
- Debemos romper la conspiración del silencio: Cualquier agresión o sospecha de ella debe ser denunciada. No se puede mirar hacia otro lado y pensar que ya lo denunciará otra persona. Debemos afrontar el problema y ayudar a las víctimas y a los agresores y enseñar a los niños a hacer lo mismo.
- Debemos educar a nuestros hijos y alumnos en la ciudadanía democrática, demostrándolo con el ejemplo en nuestro comportamiento cotidiano.