Efectos del bullying sobre el acosador a corto y largo plazo
Normalmente, cuando hablamos de los efectos negativos del bullying, pensamos únicamente en las consecuencias que éste tiene sobre la víctima. Sin embargo, la práctica habitual de conductas de acoso escolar también acaba produciendo efectos adversos en la personalidad y las relaciones sociales del acosador, lo cual debe tenerse en cuenta de cara a tomar medidas no solo sancionadores sino rehabilitadoras.
Los efectos a corto plazo que la práctica del acoso escolar tiene sobre el acosador son los siguientes:
- Dificultad para mantener relaciones de amistad autenticas con otras personas: El acosador aprende un modelo de amistad basado en el poder y el miedo, por lo que no será capaz de establecer autenticas relaciones de amistad basadas en la igualdad, el compañerismo…
- Problemas escolares: Normalmente estos niños y adolescentes muestran problemas en su escolarización, ya sea a nivel de resultados o de disciplina. Su incapacidad para aceptar normas y límites les impide adecuarse al sistema escolar.
- Absentismo escolar: Esa misma dificultad para aceptar normas hace que tengan muchas ausencias del centro. Su falta de disciplina y los problemas que suelen tener con otros niños y profesores puede acabar provocando su expulsión del centro.
- Abuso de sustancias: Su rebeldía a aceptar normas de disciplina puede provocar que estos chicos comiencen a abusar del alcohol o las drogas. En la sociedad actual, el consumo de estas sustancias está bien visto entre su grupo de iguales, por lo que consumirlas aumentará su aura de peligrosidad y rebeldía, fomentando su imagen de “chico malo”.
- Si las conductas de acoso escolar no son detectadas y se pone remedio a los problemas emocionales y sociales del acosador, acabarán apareciendo los efectos a largo plazo, más graves y difíciles de superar. Según los estudios estadísticos, algunos de estos efectos a largo plazo son los siguientes:
- Tienen una mayor tasa de dependencia de alcohol y drogas.
- Tienen un mayor índice de conductas criminales a la edad de 24 años.
- Es más frecuente que ejerzan conductas de violencia de género contra sus parejas o de maltrato infantil contra sus hijos.
- Muestran verdaderas dificultades para mantener verdaderas amistades de larga duración.