Fases del bullying
By admin on Friday, November 25th, 2011 | No Comments
El acoso escolar es un proceso en el que las fases no son siempre tan claras como vamos a explicar a continuación. Cada caso es único, por lo que un niño puede estar sufriendo conductas de dos fases al mismo tiempo, saltarse una fase o conseguir explicar lo que le está sucediendo y obtener ayuda antes de llegar a las últimas fases. De todos modos, con fines didácticos, dividiremos el proceso del bullying en cinco fases:
- Maltrato sutil: El niño empieza a sufrir las primeras “bromas”, con insultos o burlas hacia su persona. Para todos los testigos, e incluso para la propia víctima, todo parece un juego sin consecuencias.
- Intensificación del maltrato: Los ataques aumentan en frecuencia, gravedad e intensidad. La víctima se da cuenta de que no es un juego y de que su acosador cuenta con un grupo de seguidores que le apoyan o de testigos que miran para otro lado. Las sensaciones de impotencia y soledad del niño se incrementan. A pesar de ello, en esta fase el niño todavía es capaz de convivir en el aula con su acosador.
- Culpabilización: El niño no entiende por qué le está sucediendo todo esto y se culpa a sí mismo, colocándose claramente en el papel de víctima. Según los expertos, en esta fase es imprescindible detener el bullying y separar a la víctima del acosador, aunque para ello sea necesario cambiar al niño de centro escolar.
- Daños psicológicos graves: El niño asume las acusaciones del acosador y su grupo. Empieza a pensar que merece las agresiones, que no vale la pena como persona, que todos los insultos y descalificaciones son verdad… Estos pensamientos acarrean graves consecuencias para la autoestima de la víctima y pueden generar trastornos de ansiedad y depresivos.
- Explosión: El niño acosado no puede seguir resistiendo la presión a la que está sometido. En esta fase la victima puede tomar alguna de las siguientes “salidas”:
- Enfermedad: El niño reacciona como en un caso de stress postraumático, generándose diferentes cuadros psicológicos como la depresión, los trastornos de ansiedad, la anorexia, la bulimia…
- Ataque: El niño ataca a su acosador, incluso con armas. Es una especie de “lucha final” en la que el niño, incapaz de aguantar por más tiempo los ataques, arremete con furia, sin importar las consecuencias.
- Suicidio: Incapaz de soportar por más tiempo el acoso y la impotencia, la victima decide quitarse la vida, como sucedió en Hondarribia en el año 2004, con el suicidio de Jokin.