El grupo del acosador o camarilla
Uno de los factores más relevantes del bullying es su naturaleza grupal. Normalmente, el acoso suele comenzar como una broma (un insulto, un mote…). Tras esta acción, se suele formar un grupo que repite esa primera ofensa. Ese grupo suele tener un líder (el acosador) que es aquel al que más ofensas se le ocurren y que pone más insistencia en el acoso. Poco a poco las acciones se van haciendo más frecuentes y graves, ya que el grupo utiliza a la victima para reforzar sus sentimientos de pertenencia e, incluso, obligan a los nuevos miembros a maltratar a la victima para poder formar parte del grupo.
Para los adolescentes la camaradería y el sentimiento de pertenencia a un grupo son de suma importancia, de cara a su desarrollo. En los grupos de acosadores, el acoso a la victima sirve para reforzar la unión y consistencia del grupo. Poco a poco, los miembros del grupo dejan de ver a la víctima como una persona. Se refuerzan unos a otros con sus acciones de acoso, convirtiendo a la víctima en un objeto, lo que hace que las agresiones se vuelvan más frecuentes y graves.
Los grupos de los acosadores muestran las siguientes características:
- Los miembros obedecen a las órdenes del líder y a las órdenes no escritas del grupo.
- Hay una presión del grupo sobre sus miembros, lo que les obliga a realizar conductas que no harían por sí mismos.
- El grupo controla que todos los miembros cumplan las normas y sanciona a los que se resisten a seguirlas (mediante la violencia o la exclusión).
- Los miembros del grupo pierden su individualidad, pasando a ser parte del todo. Esto diluye la responsabilidad de sus acciones de acoso y les hace pensar que su conducta es normal porque es la que siguen todos.