Reflexiones para los agresores
Si eres una persona que agredes, ya sea de manera ocasional o frecuente, a algún compañero de tu centro escolar, deberías reflexionar sobre las razones de tu conducta. Es posible que para ti sea muy lógico lo que estás haciendo (consideras que ese otro chico es inferior, o muy pesado, o que se lo merece por una razón u otra), pero debes tener en cuenta que con esas agresiones estás haciendo daño a otro ser humano y también a ti mismo.
Vamos a explicar algunos puntos sobre los que sería conveniente que reflexionases:
- Si agredes a otra persona, es posible que lo hagas porque no te sientes feliz. Una persona feliz y segura de sí misma no necesita dañar a nadie para sentirse mejor.
- Debes reflexionar sobre qué es lo que te pasa, qué es lo que te lleva a meterte con personas más débiles que tú. En ocasiones, agredimos a otras personas porque nos sentimos heridos, inseguros, enfadados… Al no saber poner estos sentimientos en palabras ni encontrarles solución, nos sentimos frustrados y descargamos nuestra ira sobre alguien que no pueda defenderse. Esto puede hacer que liberes tu ira momentáneamente y que te sientas mejor, pero no solucionará tus verdaderos problemas.
- Es posible que haya gente que te haya dicho que eres mala persona y que lo hayas creído, por lo que te comportas según esa etiqueta. No debes creer que eres malo y que, por tanto, no puedes cambiar tu conducta. Todos podemos cambiar y mejorar si nos lo proponemos.
- La violencia genera más violencia y no es la manera más adecuada de resolver conflictos entre las personas. Es posible que acudas a la violencia porque nadie te ha enseñado a resolver los problemas mediante la palabra y la negociación. Sin embargo, no conocer estos mecanismos no debe condenarte a comportarte así durante toda tu vida. Todo se puede aprender.
- Intenta pensar durante un momento en cómo debe sentirse el chico o chica al que agredes. Imagínate cómo te sentirías tú si alguien se comportase así contigo: si te insultase y se riese de ti continuamente sin motivo, si te pegase, si la gente que observa se ríe y le apoya y nunca te ayuda… Imagínate cómo tiene que ser estar condenado a acudir cada día al colegio, sabiendo que allí te espera la soledad, la angustia, el miedo…
- Ten en cuenta que estas conductas agresivas traen consecuencias: Los chicos que cometen bullying en su infancia o adolescencia suelen tratar así a sus amigos, familia o compañeros de trabajo cuando se hacen adultos. Esto les trae muchas complicaciones en su vida personal y profesional. Puede que ahora mismo te parezca muy lejano pero intenta pensarlo por un momento: ¿Elegirías como pareja a alguien violento? ¿Lo contratarías para tu empresa? ¿Te gustaría ser amigo de alguien agresivo que puede reaccionar de forma violenta en cualquier momento? La mayoría de la gente rechaza este tipo de comportamientos y a las personas que los cometen.
- No creas que la gente siente respeto por ti. Lo único que tienen es miedo pero no te aceptan en realidad. Debes buscar el respeto de los demás, no su dominio.