¿Qué relación debo mantener con el centro escolar?
Es normal que, en el momento en que te enteras del maltrato al que tu hijo lleva tiempo sometido, te sientas furioso con el centro. Puedes pensar que es imposible que no se hayan dado cuenta, que no le prestan la suficiente atención a tu hijo, que no han cumplido con su obligación de protegerlo… Sin embargo, buscar culpables y descargar tu ira contra el centro escolar no es la solución en este momento ni va a ayudar a tu hijo a superar esta situación.
En un primer momento, debes pensar que el centro escolar es tu aliado y que va a ayudarte a encontrar la solución. El centro escolar debe trabajar en conjunto con los padres de la victima para abordar el conflicto y solucionar el problema. Por ello, te recomendamos los siguientes consejos:
- Acude a la escuela a hablar con el profesor, tutor, jefe de estudios o dirección del centro para informarles de la situación.
- Confía en la escuela y dales tiempo para investigar y solucionar la situación. Sabemos que lo deseable sería que el problema se solucionase en media hora pero este tipo de situaciones lleva tiempo. Espera unos días antes de volver a insistir.
- Solicita al centro que te mantengan informado en todo momento de los pasos que están dando. Mantén reuniones periódicas con el centro para ofrecer tu ayuda, mantenerte informado y revisar las soluciones que se vayan tomando.
- Si observas que el miedo de tu hijo aumenta, que las agresiones se hacen más frecuentes o más graves o que, simplemente, éstas no se detienen a pesar de la intervención del centro, acude de inmediato a comunicárselo a la dirección. Si crees que la seguridad de tu hijo está en riesgo, adviérteles de que vas a denunciar las agresiones a otras instancias.
- No tengas miedo de insistir. Se trata del bienestar físico y psicológico de tu hijo. Estás en tu derecho de sentirte preocupado y, además, es obligación del centro, por ley, velar por la seguridad de sus alumnos mientras estos se hallen bajo su responsabilidad.
- Si el centro escolar no parece capaz de dar una solución al problema de tu hijo (o si intenta quitarle importancia y no actúa, situación que, por desgracia, ocurre), habla de nuevo con el centro para informarles de tu descontento y exigirles que aborden el problema lo antes posible. Puedes pedir ayuda a la AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) o al Servicio de Inspección Educativa.